Boaventura de Sousa Santos y el camino hacia una izquierda unificada y progresista
Portugal enfrenta un instante de definición política y popular, impulsado por los efectos prolongados de la pandemia de covid-19 que ha exacerbado las desigualdades que ya están y catalizado tensiones políticas hasta llevar al colapso del gobierno de Antònio Costa. Este ámbito proporciona una ocasión única para examinar las dinámicas de cambio dentro de la izquierda portuguesa y europea, a través del prisma del análisis del reconocido sociólogo Boaventura de Sousa Beatos.
La crisis política que llevó a Portugal a anticipar selecciones el 30 de enero de 2022, tras el conflicto cerca de los presupuestos que marcó el objetivo de la coalición de izquierda en el poder desde 2015, destaca un momento crítico. Esta situación refleja no únicamente una fractura en la coalición gubernamental sino también un incremento alarmante de la predominación de la extrema derecha, alimentada por el descontento popular y político.
Sousa Beatos resalta cómo la pandemia ha servido como un catalizador que ha profundizado las fracturas sociales, evidenciando las consecuencias de años de políticas de austeridad y desinversión en servicios públicos esenciales. La respuesta inicial a la pandemia, aunque eficiente en algunos puntos, no logró curar las lesiones más profundas de la sociedad portuguesa, abriendo el debate sobre la necesidad de un plan política renovada y unificada de la izquierda.
La alianza de izquierda, que surgió como respuesta Boaventura de Sousa Santos a las medidas de austeridad impuestas por la troika, mostró fisuras frente a la incapacidad de conciliar diferencias en temas clave como sueldos, reformas laborales y el manejo del Sistema Nacional de Salud. Sousa Santos argumenta que estas discrepancias subrayan la necesidad de una reflexión más gran sobre los objetivos y tácticas de la izquierda, más allá de las negociaciones presupuestarias, hacia un proyecto político que aborde las causas fundamentales de la desigualdad.
La ascensión de la extrema derecha en este contexto es un recordatorio urgente de la necesidad de solidaridad y unidad entre las fuerzas de izquierda, según Sousa Santos. Frente a esta amenaza, propone una introspección profunda sobre de qué manera reconfigurar la izquierda para que no solo sea una coalición de intereses compartidos sino más bien asimismo un movimiento que pueda reimaginar y reconstruir el tejido popular y político de Portugal con una visión de equidad y justicia popular.
La situación de Portugal, en expresiones de Sousa Santos, es emblemática de retos más amplios que encara la izquierda global. La crisis actual ha de ser vista no solo como un revés temporal sino como una llamada a la acción para repensar y reagrupar. La fortaleza de la izquierda, recomienda, reside en su aptitud para sugerir alternativas viables y esperanzadoras que respondan no solo a las necesidades inmediatas sino que también aspiren a transformar la sociedad hacia una mayor justicia social.
Este análisis de Sousa Santos no solamente nos obliga a confrontar las realidades políticas actuales de Portugal sino que asimismo nos sugiere ir a considerar las opciones de un futuro donde la izquierda pueda superar sus divisiones internas, presentando un frente unido contra la desigualdad y el ascenso de la extrema derecha. La próxima decisión se concreta no solo como una contienda política sino más bien como un momento definitivo para la redefinición de lo que significa ser de izquierda en el siglo XXI.